La maraña del duelo: Desenredando los nudos de los asuntos inconclusos
- JUAN CARLOS REZA BAZAN

- 17 jul 2024
- 2 Min. de lectura

El duelo es una experiencia profundamente personal y compleja, una maraña de hilos emocionales que nos conectan con situaciones y personas. Estos hilos, a menudo llenos de nudos y enredos, representan asuntos inconclusos que no pueden ser resueltos debido a la falta de contacto con el entorno o con las personas involucradas. Esta falta de resolución puede dejarnos atrapados en un ciclo interminable de dolor y frustración.
Gracias Clauz por inspirarme y por se co-creadora de estas líneas
Los nudos del duelo
Imagina el duelo como una maraña de hilos. Cada hilo representa una conexión con una situación o persona, y los nudos en estos hilos simbolizan los conflictos y asuntos no resueltos. Estos nudos se forman cuando una situación no se resuelve en su debido tiempo, ya sea porque la otra persona ya no está en este mundo o porque ha decidido no retomar el contacto.
En este proceso, saltamos de un sentimiento a otro: del enojo a la frustración, del dolor a la negación. Este vaivén emocional es nuestra manera de intentar desenredar esos nudos. Sin embargo, la falta de resolución nos mantiene atrapados, incapaces de avanzar.
Desenredando hilo por hilo
Para enfrentar esta maraña, es esencial abordar cada hilo de manera individual. Esto requiere la voluntad de deshacer los nudos, confrontando las emociones que surgen en el proceso. Desenredar un nudo no es fácil, implica revisitar el dolor y la frustración, pero también ofrece la oportunidad de conectar con esas situaciones inconclusas desde un lugar de compasión.
Reconocer nuestras decisiones u omisiones durante el conflicto y tenernos compasión por ellas es fundamental. Esto no sólo nos ayuda a entender mejor nuestras emociones, sino que también nos permite avanzar en el proceso de duelo.
La resistencia y la prolongación del duelo
Resistirse a contactar las emociones que emergen durante este proceso puede prolongar el duelo indefinidamente. Algunas personas pueden olvidar la existencia de los nudos, creyendo que han resuelto su duelo, mientras que otras pueden engancharse a una emoción particular, sobrellevando el nudo sin realmente deshacerlo. Es importante acudir con profesionales de la salud mental para salir de ese “loop”, aparentemente, interminable.
El camino hacia la resolución
El camino hacia la resolución del duelo no es sencillo ni lineal. Requiere paciencia, autocompasión y, sobre todo, la disposición para enfrentar las emociones difíciles. Al abordar cada hilo y nudo con cuidado, podemos comenzar a desenredar la maraña del duelo, encontrando así una forma de reconciliarnos con nuestros asuntos inconclusos y avanzar hacia el continuum de consciencia.
En última instancia, el duelo no es algo que se supere, sino algo que se aprende a integrar en nuestra vida. Es un proceso de crecimiento y transformación que nos permite encontrar sentido y paz incluso en medio del dolor.










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